La escritura es un mal necesario. Albinson Linares

La escritura es un mal necesario, siempre pensamos en el texto .

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Foto ERNESTO MORGADO /Archivo

Vivo a gusto con mis odios y mis amores … Hay que aprender a convivir con ellos y ponerles su plato de comida todos los días.

Instrucciones para armar el meccano, es el título del más reciente poemario de Harry Almela. Editado por la Fundación para la Cultura Urbana, este volumen de sesenta y dos páginas reúne nuevas piezas con las que el autor aragüeño confirma su predilección por el oficio de la palabra

  • ALBINSON LINARES. El Nacional – Miércoles 06 de diciembre de 2006 B/12

Más de dos décadas se cumplen este 2006 desde el lejano 1983 cuando Harry Almela publicó Poemas, libro que reunió sus primeros trabajos estéticos. En las postrimerías de este año aparece Instrucciones para armar el meccano, libro editado por la Fundación para la Cultura Urbana que conjuga en cuarenta y cinco piezas los más recientes frutos del paciente ejercicio poético que ha desarrollado este autor aragüeño.

Este volumen fue recomendado por el jurado del V Premio Anual de la Fundación para la Cultura Urbana por considerar que “confirma una voz singular de la poesía venezolana, una voz que ha sabido evolucionar hacia estadios de excelencia sin traicionar sus impulsos iniciales y su impronta”.

En las sesenta y dos páginas de Instrucciones para armar el meccano, Almela propone un discurso estético nutrido de amplias influencias que se rastrean desde Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Boris Pasternak, José Watanabe, Eugenio Montejo y Rafael Cadenas hasta Joaquín Sabina, Chico Buarque y el mismísimo Rubén Blades.

Sobre las experiencias acumuladas entre su primer poemario y éste, el autor comentó: «Existen diferencias de tipo formal. Ya en ese primer libro hay pistas sobre todo lo que va a pasar después. Temas recurrentes como la infancia, el amor, los viajes y las lecturas ya están presentes, pienso que antes era mas contenido, estaba pendiente de la brevedad en la forma poética.

La pérdida del miedo a ser extenso, a dejar pistas, es algo patente en este trabajo. Versos como los que componen Carta para los críticos y lectores del futuro dan cuenta de la asimilación de influencias: Traducimos, al dialecto de estos años / a Bello, nuestro padre, la ciega memoria de Borges / las princesas de Darío (…) las voces de Serrat y de Sabina, de Buarque y Rubén Blades.

Versos más adelante, finaliza con unas líneas que plantean una profunda inquietud generacional: Quizás por todo esto / en algún momento y sin saberlo / logramos el poema perfecto / el verso feliz que nos salvó para siempre.

  • La desventura de Lacan

– Ha transitado narrativa, poesía, ensayo y crítica. ¿En cuál de estos oficios se siente más cómodo?

– En ninguno (risas)… es una broma. Creo que todos son partes del mismo ejercicio vital. A fin de cuentas, antes de ser escritores somos lectores, a eso se debe el ejercicio de la lectura crítica. También hay textos que no caben en un poema y se convierten en cuentos. Creo que la escritura es un mal necesario, siempre pensamos en el texto y eso depende de cómo vengan las voces y las preocupaciones interiores.

– ¿Uno odia lo que se nos parece, como dice en uno de sus poemas?

–Pienso que sí. Creo en la teoría de la sombra desarrollada por Lacan, aunque constantemente me burlo de lo bienaventurados que son los lacanianos, porque tienen una vida tan miserable como la mía. Allí intenté hacer un poema de la infancia y esas cosas terribles que a veces te obligan a hacer.

¿Es el odio una pulsión determinante en su obra?
– Forma parte de todo. Vivo a gusto con mis odios y mis amores, aunque no cultivo esas cosas. Sin embargo, las partes oscuras que tengo no puedo echarlas a un lado. Hay que aprender a convivir con ellas y ponerles su plato de comida todos los días, como escribió Denise Levertov, una poeta estadounidense. Somos la sumatoria de todo eso.

– Los cambios negativos que produce el amor, también son tratados en sus piezas, ¿a qué se debe esa predilección?

El amor nos pervierte desde la tradición griega. Es una forma de enfermedad y por amor somos capaces de hacer cualquier cosa. Nos saca del centro, nos pone en otras circunstancias. Tratarlo como en la tradición española del amor cortés, bonito y celebratorio, es subestimarlo. Creo que es algo mucho más complicado, por eso vemos tantos salones de psiquiatras llenos de enfermos de amor.

VIVIR LA VIDA NO ES CRUZAR UN CAMPO (BORIS PASTERNAK)

Mañana no habrá más laberintos./ Nos han cortado las veredas,/ el azul que entretuvo.// No hay espacio para la trampa,/ para aquella duda hostil/ que pudo salvarnos.// Lo que andaba adentro/ ha comenzado a moverse.// Fieltro en el agua, candil sereno,/ aquella voz invitando/ a lo más alto, a lo definitivo/ en el cielo, al bosque que quisimos,/ al dragón que inventamos/ para vivir mientras / cruzábamos la avenida.// Este precario Paraíso nos entretiene/ manoseando sus barajas.// El amor nos hace hermosos y terribles/ y nos aleja de lo mejor que hemos sido.//

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